jueves, 6 de abril de 2017

LAS PRIMERAS PINTURAS DE LA CAPILLA SIXTINA. Parte VI

En la Quinta posición se enfrentan las pinturas;  "El Castigo de Coré , Datán y Abirón" también conocida como "El Castigo de los Rebeldes" de Sandro Botticelli y "La entrega de las llaves a San Pedro " de Pietro Perugino, ambas pinturas son consideradas las mejores logradas y de hecho, las más conocidas de todo el conjunto.

Antes de comenzar el comentario de cada una de ellas individualmente, hay un detalle que es común para ambas, y es la referencia al arco de Constantino, que en la pintura de Boticelli es el principal  protagonista ya que esta dibujado en una magnitud que abarca casi la tercera parte del Cuadro, Perughino no quiso ser menos y lo pintó dos veces en ambos extremos de la misma.
El Arco de Constantino  es un arco del triunfo que se encuentra entre el Coliseo y la colina del Palatino, en Roma. Se irguió para conmemorar la victoria del emperador Constantino I el Grande en la batalla del Puente Milvio, el 28 de octubre de 312. Constantino  gobernó desde el año 306, hasta su fallecimiento en 337 pero lo más trascendental de su reinado fue que durante el mismo,  terminó con el culto estatal pagano en Roma y decretó el fin de las persecuciones contra los cristianos. El arco construido en su homenaje, representa su poder a través del arte.

Estampillas relacionadas con el Arco de Constantino[1]

La presencia del Arco en ambas pinturas no solo refleja la influencia de Constantino en la religión católica, sino que vincula lo acaecido en el época de Moisés relatado  por  el Antiguo Testamento y reflejado en las pinturas del muro Sur , con las narraciones del Nuevo Testamento reflejado en las pinturas del muro Norte. En este caso el Arco funciona como un Puente entre ambos acontecimientos.
El fresco de Boticelli deberá leerse de derecha a izquierda. A la derecha Josué salva a Moisés de la furia de los rebeldes quienes enarbolan sendas piedras con el objetivo de lapidarlo, los judíos se encontraban   irritados contra Moisés  por las diversas pruebas que les estaba haciendo pasar desde su éxodo de Egipto. Ellos eran dirigidos por Coré,  junto a Datan y Abiron, todos sacerdotes levitas.
Al centro Moisés alza la vara invocando a Dios, mientras que en segundo plano Boticelli dibuja a Aarón, su hermano, con una túnica azul, balanceando su incensario con una postura erguida y llena de dignidad, mientras que sus rivales se tambalean y caen al suelo con sus incensarios.
A la izquierda del fresco, los rebeldes son tragados por la tierra, mientras que los dos hijos de Coré, que no apoyaban las acciones de su padre, aparecen flotando en una nube, liberados del castigo divino.



Lo más relevante del cuadro es que en el Arco de Constantino se puede leer el mensaje: " Nadie se atribuya la honra del Sumo Sacerdocio si no ha sido llamado por Dios, como Aarón" que indica claramente que el castigo de Dios caerá sobre aquellos que se oponen a los líderes designados por Él, lo cual Boticelli acentúa colocando una tiara papal sobre la cabeza de Aarón quien representa, en este caso el predecesor del Papa.

El cuadro de Perughino, La entrega de las llaves a San Pedro, también está cargado de simbolismos y mensajes;  al fondo entre los dos arcos de Constantino, dibuja un Templete, que hace referencia al Templo de Salomón, (recordar que la propia capilla Sixtina, por sus dimensiones es en sí misma  una auténtica referencia al Templo), de este modo unifica las referencias a Salomón-Constantino-El Papa, representado por Pedro, el primer Papa, a quien Jesús entrega las llaves, haciéndolo custodio de las puertas celestiales, acompañado del resto de los apóstoles que se distribuyen a ambos lados de Jesús y Pedro.



Dos escenas se destacan  en segundo plano; los episodios delpago del tributo, a la izquierda y a la derecha de la intentada lapideción de Cristo.
Pero más allá de los mensajes, la pintura está considerada como la obra más importante realizada por    Perughino en toda su vida. El desarrollo de la perspectiva,  el tratamiento de la vestimenta de cada uno de los personajes, sus rostros; no solo el de los que aparecen en primer plano, sino aquellos que están en otros planos menos detallados, los arboles del fondo, completamente identificados como originarios de su ciudad natal Umbria y finalmente el desarrollo arquitectónico en el cual se mueven todos los personajes hacen que esta obra provoque un gran impacto y una originalidad indiscutible para su época.
Un último detalle común a ambas pinturas; tanto Botticelli, como Perughino, se autorretratan entre los personajes de  sus obras; en la Primera, según muchos entendidos,  Boticelli es el joven ubicado cercano al margen derecho de la pintura que mira fuera del cuadro, como si no perteneciera a él, en la Segunda; Perughino  es, sin lugar a dudas, el personaje también ubicado hacia la derecha  del cuadro que mira al pintor, es decir a sí mismo.



Definitivamente, ambas pinturas muestran los mejor de cada uno de sus autores y a su vez aúnan en sí mismas la magnificencia del conjunto al cual pertenecen.
JOSE BELLIDO DE LUNA, Santiago, Abril 2017.



[1]  Izquierda: Las Milicias Negras desfilando bajo el Arco de Constantino, emitido en Italia 1935 durante el Gobierno de Benito Mussolini. La sobrecarga de la estampilla era para financiar la Institución.
Central: Arco de Constantino, serie emitida en Italia en 1959, con motivo de las Olimpiadas de Roma de 1960.
Derecha: Sección del Friso Trajano del Arco de Constantino. Serie emitida en Italia 1941, también durante la época de Mussolini, con la sobrecarga para financiar a las Camisas Negras, sobrenombre con el cual eran llamadas las tropas de choque del Dictador.